by Seminarian Henry Cuellar Jr.
The Sacred Heart of Jesus is the source of divine love. The love of the Sacred Heart is never ending and unconditional. The Sacred Heart of Jesus is an expression of the burning desire and unquenchable love that God the Father has for us. Out of the deep love that the Father has for his children he gave us Jesus, who, through his oneness with God the Father and God the Holy Spirit willingly gave his life for our salvation. The Sacred Heart of Jesus is never directly mentioned in scripture but our intimate experience of the Love of God shows us, in a very concrete and real way, that the Sacred Heart is real and constantly offered to us.
Although the Sacred Heart of Jesus is not mentioned directly in the scriptures, the expression of the Divine love of the Heart of Jesus can often be seen in them.
Scripture Scholars and the Church from early history, both recognize that the Old Testament points Jesus, which we see fulfilled in the New Testament. For this reason when we read Old Testament passages we are able to see that the Love of the Sacred Heart of Jesus is very well present.
Isaiah shows us a God who loves his children unconditionally. Even after the people of Israel had strayed from God and had begun to live a life of rebellion, the Lord speaks to them through the Prophet Isaiah and reminds them “Can a mother forget her infant, be without tenderness for the child of her womb? Even should she forget, I will never forget you” (Is 49:15). Here the Lord tells the people that he will never forget them, because his love transcends even the love a Mother has for her child. This follows what the Lord says in Isaiah 43: 4 where the Lord, expressing his intense and never ending love, says, “… you are precious in my eyes and honored, and I love you…” Because of his love for us he lovingly walks and stays with us. He says, “Even to your old age I am he, even when your hair is gray, I will carry you; I have done this, and I will lift you up, I will carry you to safety” (Is 46:4). He never leaves out of his tremendous love.
The prophet Hosea expresses very clearly the love that Jesus has for us in his Sacred Heart. He says,
When Isreal was a child I loved him, out of Egypt I called my son. The more I called them, the farther they went from me…Yet it was I who taught Ephraim to walk, who took them in my arms; but they did not know that I cared for them. How could I give you up, Ephraim, or deliver you up, Israel? How could I treat you as Admah, or make you like Zeboiim? My heart is overwhelmed, my pity is stirred. I will not give vent to my blazing anger, I will not destroy Ephraim again; For I am God and not a man, the Holy One present among you; I will not come in wrath. (Hosea 11: 1-3; 8-9)
Through his words, the Prophet Hosea expresses the love of Sacred Heart of Jesus. He shows how God, the Father, holds his children in his heart and is always with us, never abandoning us or seeking to hurt us. Instead, God the Father, gives us new life through the Sacred Heart, the Sacred Love of Jesus.
There are many more examples of the expression of the Sacred Heart of Jesus in the Old Testament. All these expressions come to fulfillment when Jesus descends to the earth. It is then that image of the love of God is given us, “For God so loved the world, that he gave his only Son…” Here visibly are we given the tangible image of the Sacred Love of God through the Sacred Heart of his Only Son, Jesus Christ.
The Sacred Heart of Jesus becomes very visible to us in History when Jesus is condemned to suffer and die for the salvation of many. But, before he did so, he made it clear that we must love as he loved. He says,
As the Father has loved me, so have I loved you. Abide in my love. If you keep my commandments, you will abide in my love, just as I have kept my Father's commandments and abide in his love. These things I have spoken to you, that my joy may be in you, and that your joy may be full. “This is my commandment, that you love one another as I have loved you. Greater love has no one than this, that someone lay down his life for his friends. (John 15: 9-17)
It thus that we seek to imitate the Sacred Heart of Jesus, loving each other as he loved us, giving our lives for the sake of others.
The Sacred Heart of Jesus might not be specifically mentioned in scripture, but, reading through scripture it is easy to see that the expressions of God’s love in the scriptures, both in the Old Testament and the New Testament, give us a glimpse into the spirituality of the Sacred Heart of Jesus, the font of divine love.
Other Scriptures to Meditate:
Zephaniah 3:17
1 John 4: 7-8
1 Peter 5: 6-7
Job 34: 19
Psalm 86:15
1 John 3:1
Proverbs 8:17
John 13: 34-35
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Por Seminarista Henry Cuellar Jr.
El Sagrado Corazón de Jesús es la fuente del amor divino. El amor del Sagrado Corazón es interminable e incondicional. El Sagrado Corazón de Jesús es una expresión del deseo ardiente y el amor insaciable que Dios Padre tiene para nosotros. De es Amor profundo que el Padre tiene para sus hijos nos dio a Jesús, el cual, a través de su unidad con Dios Padre y Dios el Espíritu Santo voluntariamente dio su vida por nuestra salvación. El Sagrado Corazón de Jesús nunca se menciona directamente en la escrituras, pero nuestra experiencia íntima del amor de Dios nos muestra, de una manera muy concreta y real, que el Sagrado Corazón es real y constantemente se nos ofrece.
Aunque el Sagrado Corazón de Jesús no se menciona directamente en las escrituras, la expresión del amor divino del Corazón de Jesús constantemente se puede ver en las escrituras.
Los expertos de la Escritura y la Iglesia de la temprana historia, reconocen que el Antiguo Testamento apunta a Jesús, quien vemos su cumplimiento en el Nuevo Testamento. Por esta razón, cuando leemos pasajes del Antiguo Testamento podemos ver que el amor del Sagrado Corazón de Jesús está muy bien presente.
Isaías nos muestra un Dios que ama a sus hijos incondicionalmente. Incluso después de que el pueblo de Israel se había alejado de Dios y habían comenzado a vivir una vida de rebelión, el Señor les habla por medio del profeta Isaías y les recuerda "¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvide, yo no te olvido "(Is 49:15). Aquí el Señor dice a la gente que nunca se olvidará de ellos, porque su amor trasciende incluso el amor de una madre por su hijo. Esto sigue a lo que el Señor dice en Isaías 43: 4, donde el Señor, expresando su intensa e interminable amor, dice: "... eres precioso a mis ojos y honrado, y te quiero ..." A causa de su amor por nosotros que con amorosamente camina y se queda con nosotros. Él dice: "Y hasta la vejez yo soy, aun cuando su pelo es de color gris, yo los cargare; He hecho esto, y yo los exaltará, voy a llevare a un lugar seguro "(Is 46: 4). El nunca nos deja por causa de su tremendo amor.
El profeta Oseas expresa muy claramente el amor que Jesús nos tiene en su corazón sagrado. Él dice,
Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. ¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? ¿Cómo voy a entregarte, Israel? ¿Cómo voy a tratarte como a Admá o a dejarte igual que Seboím? Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.(Oseas 11: 1-3; 8-9)
A través de sus palabras, el profeta Oseas expresa el amor del Corazón de Jesús. El autor muestra cómo Dios, el Padre, mantiene a sus hijos en su corazón y siempre está con nosotros, nunca nos abandonara o tratar de hacernos daño. En cambio, Dios Padre, nos da nueva vida a través del Sagrado Corazón, el amor sagrado de Jesús.
Hay muchos más ejemplos de la expresión del Sagrado Corazón de Jesús en el Antiguo Testamento. Pero todas estas expresiones llegan a su plenitud cuando Jesús desciende a la tierra. Es entonces que la imagen del amor de Dios nos a sido dado, "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16). Aquí visiblemente se nos da la imagen tangible del amor sagrado de Dios en el Sagrado Corazón de su Hijo único, Jesucristo.
El Sagrado Corazón de Jesús se hace muy visible para nosotros en la historia cuando Jesús es condenado a sufrir y morir por la salvación de muchos. Pero, antes de que él lo hizo, dejó en claro que debemos amar como amaba. Él dice,
Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros" (Juan 15: 9-17).
Es de este modo que tratamos de imitar al Sagrado Corazón de Jesús, amándonos los unos a otros como él nos ha amado, dar la vida por el bien de los demás.
El Sagrado Corazón de Jesús no será mencionado específicamente en las escrituras, pero, leyendo las escrituras, uno puede fácilmente ver que las expresiones del amor de Dios en las Escrituras, tanto en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, nos dan una visión de la espiritualidad del Sagrado corazón de Jesús, la fuente del amor divino.
Otras Escrituras para meditar:
Sofonías 3:17
1 Juan 4: 7-8
1 Pedro 5: 6-7
Job 34: 19
Salmo 86:15
1 Juan 3: 1
proverbios 8:17
Juan 13: 34-35